La vasca suprema y su impermeabilidad casi genética. Supongo que lo que me atrae es la pose racional y el querer corromperla. El recrearme en su entrepierna porque soy como un náufrago en busca de isla. Las ganas de follarla frente la crudeza de un espejo y que éste sólo me devuelva resquicios de ternura. Y empezar a quererla con prisas y sin remedio, escociéndome el pecho porque le pedía sangre y me ha mordido. Y ahora no me da la puta gana de parar la hemorragia que me deja sin fuerzas y corre a contratiempo. El vértigo, confieso, empieza al quitarle la camiseta y prosigue con la codicia de un loco, de un poeta y de la inocencia a cuestas del animal herido.
30 jun 2011
Pause
La vasca suprema y su impermeabilidad casi genética. Supongo que lo que me atrae es la pose racional y el querer corromperla. El recrearme en su entrepierna porque soy como un náufrago en busca de isla. Las ganas de follarla frente la crudeza de un espejo y que éste sólo me devuelva resquicios de ternura. Y empezar a quererla con prisas y sin remedio, escociéndome el pecho porque le pedía sangre y me ha mordido. Y ahora no me da la puta gana de parar la hemorragia que me deja sin fuerzas y corre a contratiempo. El vértigo, confieso, empieza al quitarle la camiseta y prosigue con la codicia de un loco, de un poeta y de la inocencia a cuestas del animal herido.
26 jun 2011
7:16 AM
Me muero de sueño y frío. Y ya empiezas a clavarte en mí aunque aún no me he ido. Incluso te sonrío, porque a éstas alturas creo que es la mejor arma contra el miedo. Que no quiero pensar más en el vértigo, que me quedo atrapada en tus besos, en tu propio bucle infinito que no me permite dejarte salir de la cama.
Y ya ves, en éste viaje me acompañan hasta los fantasmas, pero no me asusta porque he tenido tiempo de perderme en tu risa y descubrir más allá de tu frase favorita. Y hurgar en tus libros. Y que algunos me duelan y otros me devuelvan las ganas de quedarme un siglo, o todas las vidas que tiene un gato y seguir rodando de ésa manera tan dulce que es mirarte y sentir que parece que te conozca desde hace una vida y no. Que hay caminos que cuando se juntan ya no hay Dios, ni cura, ni Virgen que los separe, por más tralla que le echen y más caña que nos demos nosotras.
Seguiremos siendo el vivo reflejo del póster de Soñadores de tu habitación y jugaremos a los laberintos bajo las sábanas blancas las noches que nos restan.
Y ya ves, en éste viaje me acompañan hasta los fantasmas, pero no me asusta porque he tenido tiempo de perderme en tu risa y descubrir más allá de tu frase favorita. Y hurgar en tus libros. Y que algunos me duelan y otros me devuelvan las ganas de quedarme un siglo, o todas las vidas que tiene un gato y seguir rodando de ésa manera tan dulce que es mirarte y sentir que parece que te conozca desde hace una vida y no. Que hay caminos que cuando se juntan ya no hay Dios, ni cura, ni Virgen que los separe, por más tralla que le echen y más caña que nos demos nosotras.
Seguiremos siendo el vivo reflejo del póster de Soñadores de tu habitación y jugaremos a los laberintos bajo las sábanas blancas las noches que nos restan.
18 jun 2011
Norte
No sé muy bien qué hacer con tanto aullido, desde que éste mar no es el mío y a la farera no le importa si pierdo el norte y los desvaríos. Si me atranco en un puerto de dudas y los mensajes embotellados no quieren despegarse de mi lado. Si me mareo con sólo pensar en navegar. Si no me convencen las sirenas.
14 jun 2011
Pimienta
Reordeno mi caos una vez al mes. No sé si tendrán algo que decir los psicoanalistas...Sé que hasta las esquinas hablan de ti, otra cosa es jugar con la complicidad de tu nombre. Aquí todo tiene ése trasfondo gris, como los personajes de las películas que siempre se largan no se sabe muy bien a dónde. Borrón y puta nueva, qué más da. Voy a pasarme la vida escribiendo cartas sin remite. Bombardeando frases inconexas a todos mis fantasmas. A poner el vértigo al límite y saltar cuando las ganas desfallezcan. Voy a ser tu quebradero, tu corazón sin razón, tu truco sin conejo, la funambulista sin red. Qué puedo hacer si se me ocurren mil formas para provocarte y ninguna es elegante.
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