Quiero vivir y morir en Katowice. Allí todo es tan decadente como eterno. Y uno puede olvidarse por un momento de ser cómodamente cuerdo. Poéticamente hablando, uno puede ser todos los finales del mundo que jamás se han escrito. Tener, por ejemplo, un poema enquistado en la garganta y morir en una dulce asfixia de palabras vacías.
21 oct 2012
Katowice
Quiero vivir y morir en Katowice. Allí todo es tan decadente como eterno. Y uno puede olvidarse por un momento de ser cómodamente cuerdo. Poéticamente hablando, uno puede ser todos los finales del mundo que jamás se han escrito. Tener, por ejemplo, un poema enquistado en la garganta y morir en una dulce asfixia de palabras vacías.
19 oct 2012
Mercante
Todas las Amelias del mundo deciden suicidarse en el Pacífico. Absolutamente todas. Las autoridades pertinentes - que todo hay que decir, desconocen los líos del co(razón) - niegan que sea un hecho reivindicativo, aunque eso sí, se han empeñado en poner montones de barcos mercantes por todo el océano. Para no dejar ni un hueco, dicen. Para que no haya más Amelias suicidas y el Electra aterrice en condiciones, se repiten. Que la jugarreta les ha salido cara, murmuran. Que Amelia es un nombre común y les da miedo quedarse solos, confiesan.
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