3 may 2011
Homenaje
No te sorprendas si me despierto un día queriendo enredarme entre tus piernas. Ni si te invado, porque me faltas cerca y estoy pobre de excusas. No te asustes si te flagelo y te envuelvo con arañazos, pues es la versión pseudo romántica de querer guardarte dentro: entre tu voz y mi brazo izquierdo, justo en el río de escalofríos que provocas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario