En el amor, con ese afán de creernos únicos, nos volvemos tan jodidamente poco originales que le rezamos a los mismos libros, lloramos los mismos mares, follamos en los mismos días de lluvia y nos tatuamos las mismas frases. Sólo por eso, prometo ser tan cuidadosamente mediocre, que no tengas otra opción más que enamorarte.